lunes, 2 de abril de 2018

EL MUNDO SEGÚN MONSANTO

De la dioxina a los OGM: una multinacional que les desea lo mejor. 

Con una destacada presencia en medio centenar de países y unos ingentes beneficios, Monsanto se ha convertido en la empresa líder de los organismos genéticamente modificados (OGM), así como en una de las compañías más controvertidas de la industria mundial por la fabricación de PCB (piraleno), devastadores herbicidas (como el agente naranja durante la guerra de Vietnam) o la hormona de crecimiento bovino (prohibida en Europa). 

Desde 1901, fecha de su fundación, la empresa de Missouri ha ido acumulando infinidad de procesos penales debido a la toxicidad de sus productos, aunque hoy se presenta como una corporación de «ciencias de la vida» reconvertida a las virtudes del desarrollo sostenible. Gracias a la comercialización de las semillas transgénicas (más del 90% del mercado global), Monsanto no sólo controla un sector clave de la alimentación mundial y el modo en que se produce, sino que pretende extender su poder sobre las formas de vida tradicionales de una parte importante del planeta. 

Basándose en documentos inéditos, testimonios de afectados y víctimas, campesinos, reconocidos científicos y destacados políticos, El mundo según Monsanto reconstruye la génesis y desarrollo de este gigante industrial, la primera productora mundial de semillas, una empresa que, según declaran sus responsables, «sólo quiere nuestro bienestar». 

ADICTOS A LA COMIDA BASURA

Una crítica demoledora del papel de las grandes multinacionales alimentárias y su responsabilidad en la epidemia de obesidad que recorre el mundo. 

En abril de 1999, once representantes de las mayores empresas alimentarias de Estados Unidos se reunían a puerta cerrada para debatir acerca de la creciente epidemia de obesidad y cómo actuar frente a ella. Una pregunta flotaba en el aire: ¿Ellos eran de algún modo los responsables? 

A lo largo de los años, los fabricantes de la industria alimentaria se han disputado la primacía en el sector elevando, cada vez más, las cantidades de sal, azúcar y grasa en los alimentos que producen. Unos ingredientes cuyo uso deliberado han estudiado y controlado metódicamente, basándose en estudios científicos que demuestran que actúan sobre nuestro cerebro proporcionándonos un placer adictivo similar al que generan drogas como la cocaína. 

Michael Moss, prestigioso periodista de investigación, dedicó cuatro años de su vida a indagar en distintas compañías entrevistando a científicos y publicistas, entre otros, y visitando laboratorios y departamentos de marketing para descubrir las «tácticas ocultas» que tiene uno de los sectores, en mayor medida responsable de nuestra salud, para engancharnos a sus productos. 

Con todo ello, Moss ha escrito este libro en el que describe cómo la industria manipula los alimentos para que nos convirtamos en adictos a sus elaboraciones y que, tras leerlo, hará que te lo pienses dos veces antes de comprar según qué cosas.