lunes, 26 de enero de 2009

CONSEJOS PARA COMER DE FORMA SALUDABLE



Todo el mundo habla sobre comer sanamente para ser una persona saludable y así eludir problemas como la obesidad, o en el menor de los casos, como resultado de la vanidad propia, es decir, porque queremos lucir lo más guapa o guapo que se pueda.

Pero, ¿qué es la alimentación saludable?, ¿es igual para todos? La respuesta es negativa, ya que hay que combinar la cantidad y calidad de los alimentos de forma que satisfagan las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo.


Por ello, si queremos mantener un peso saludable, protegernos de enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, así como algunos tipos de cáncer, y tener calidad de vida, entonces debemos comer de forma saludable.

¿Y cómo hacerlo? Es muy sencillo, pues para que nuestra alimentación sea completa debemos comer productos de todos los grupos alimenticios de forma diaria, pero hay que estar muy conscientes de que un grupo no es más importante que otro, ya que cada uno tiene beneficios propios y nuestro cuerpo necesita de todos por igual, pero sin caer en excesos. ¿Y cuáles son?

Estos grupos son cereales y leguminosas (trigo, maíz, arroz, avena y sus derivados), frutas y verduras (contienen vitaminas, minerales y fibras), carnes y huevos (carnes blancas y rojas), leches y quesos (proporcionan calcio), azúcares y dulces (miel, mermelada, dulce de leche, golosinas), y finalmente, grasas (manteca, margarina, aceites, grasas animal, frutos secos como almendras, nueces, avellanas, etcétera, y chocolate).

Entonces, en un día cualquiera podemos comenzar nuestra alimentación desayunando huevo con champinones, acompañado de leche de soya, con lo que ya eliminamos dos grupos. En la comida, pollo con arroz y un poco de ensalada (carne blanca y legumbre), lo que significa el consumo de alimentos de otro grupo. De postre podemos comer un chocolate. Para la cena, algo ligero como una ensalada.

Este ejemplo, que no es menester que se siga al pie de la letra, tiene la finalidad de mostrar cómo se pueden combinar los grupos alimenticios en un día, sin que se coma hasta la saciedad ni caer en excesos.

Esto último es muy importante, ya que si se da prioridad a un grupo por encima de los demás, entonces el cuerpo no obtendrá los nutrientes y beneficios necesarios para realizar todas sus actividades.

Asimismo, es de suma importancia hidratarse constantemente con agua, es recomendable beber dos litros al día para que la piel, la mucosa y el cabello se mantengan hidratados, para regular la temperatura del cuerpo y que se eliminen los residuos de la orina. Y todo esto complementarlo con ejercicio.

Tips para una alimentación sana

  1. Incluya en su alimentación diaria todos los grupos, pero distribuidos en cuatro comidas.
  2. Consuma de forma diaria frutas y verduras, ya sean crudas o cocidas.
  3. Coma carne al menos una vez al día, y alterne en la semana distintos tipos de carne (vaca, pollo y pescado), seleccionando cortes delgados.
  4. Es recomendable incluir aceite crudo en sus comidas.
  5. Algo muy importante es controlar el consumo de bebidas azucaradas, azúcar, dulces, golosinas y alcohol. Pero también tome en cuenta que éstos aportan energía.
  6. También regule el consumo de sal, grasa y alimentos como: fiambres, embutidos, manteca, margarina y bizcochos.
  7. Tome líquidos en abundancia, principalmente agua, pero también puede ingerir mate, té, jugos de frutas y otras bebidas sin azúcar.
  8. Y para prevenir enfermedades, además de ingerir una comida balanceada, hay que lavar y desinfectar los alimentos que así lo requieren.

NUEVOS ESTUDIOS SOBRE EL CANCER DE PROSTATA


Un estudio británico publicado en el "British Journal of Urology International" asocia el apetito sexual de los hombres en su juventud con el riesgo de desarrollar un cáncer de próstata en una edad más avanzada. La investigación, que se basa en un cuestionario realizado a 809 hombres por la Universidad de Nottingham (centro de Inglaterra), indicó que los hombres que afirmaron tener más relaciones sexuales y masturbarse más entre los 20 y los 30 años tenían más probabilidades de padecer cáncer. El equipo de investigación, dirigido por el doctor Polyxeni Dimitropoulu, interrogó sobre sus hábitos sexuales a 400 hombres diagnosticados con cáncer de próstata y a otros 409 que no padecían la enfermedad. Les preguntaron, entre otras cosas, con qué frecuencia mantuvieron relaciones sexuales desde la pubertad, con cuántas personas tuvieron sexo y si alguna vez habían padecido infecciones venéreas. En ambos grupos, en torno a 59% dijo haber practicado el sexo doce veces al mes o más cuando tenían unos 20 años, mientras que esa proporción caía a alrededor de 48% a los 30 años, 28% a los 40 y 13% a los 50. Una de las principales diferencias entre ambos grupos era que en el de los enfermos de cáncer casi dos quintos había tenido seis parejas o más en comparación con menos de un tercio de los hombres sanos. Además, entre los enfermos de cáncer de próstata, 40% mantuvo relaciones o se masturbó 20 veces al mes o más a los 20 años, frente a 32% de los entrevistados que no padecían la enfermedad. Las diferencias de hábitos sexuales entre los dos grupos se acortaban a medida que avanzaba la edad, lo que sugirió a los investigadores que la disparidad determinante se produce en la juventud. Dimitropoulu señaló que lo que diferenciaba su estudio de otros anteriores era que se centró en investigar los años de juventud y que se tuviera en cuenta tanto el acto sexual como la masturbación en varias etapas de la vida. En cuanto a las conclusiones, el doctor afirmó que es posible que una mayor presencia de hormonas en algunos hombres fuera la responsable tanto de un mayor apetito sexual entre los 20 y los 30 años como del posterior desarrollo del cáncer de próstata. Dimitropoulu observó que "las hormonas parecen desempeñar un papel determinante en el cáncer de próstata", y, de hecho, "es muy común tratar a los enfermos con fármacos para reducir las hormonas que se cree estimulan las células cancerígenas".

DIABETES: INFORMACION GENERAL




¿Qué es la diabetes?

La diabetes es un grupo de enfermedades que se caracteriza por los altos niveles de glucosa en la sangre causados por defectos en la producción de insulina, en la acción de la insulina, o en ambas. La diabetes puede provocar graves complicaciones y muerte prematura, pero las personas con diabetes pueden tomar medidas para controlar la enfermedad y disminuir el riesgo de sufrir complicaciones.

La diabetes es una enfermedad crónica que no tiene cura.

El peligroso número de víctimas de la diabetes

La diabetes es una quinta causa de muerte más importante en los Estados Unidos. Desde 1987, el índice de mortalidad a causa de la diabetes ha aumentado un 45 por ciento, mientras que los índices de mortalidad causada por enfermedad cardiaca, derrame cerebral y cáncer han disminuido.

A partir de los datos obtenidos de los certificados de defunción, la diabetes contribuyó con 224,092 muertes en el año 2002. Existen estudios que indican que generalmente, la diabetes no figura como la causa de muerte en los certificados de defunción, especialmente en los casos de personas mayores con múltiples afecciones crónicas como las enfermedades cardíacas y la hipertensión. Por ese motivo, se cree que el índice de muertes causadas por la diabetes es mucho mayor que el informado oficialmente.


Muchas personas descubren que tienen diabetes cuando desarrollan alguna de las serias complicaciones con riesgo de vida de la diabetes como por ejemplo:

  • Enfermedad cardiaca y derrame cerebral
  • Presión arterial alta
  • Ceguera
  • Enfermedad renal
  • Daño del sistema nervioso
  • Amputaciones
  • Enfermedad dental
  • Complicaciones durante el embarazo
  • Disfunción sexual
  • Otras complicaciones

Tipos de diabetes

Anteriormente, se denominaba diabetes mellitus insulinodependiente (DMID) o diabetes juvenil a la diabetes tipo 1. La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el sistema inmunológico del cuerpo destruye las células beta del páncreas, las únicas células del cuerpo que producen la hormona insulina que regula la concentración de glucosa en la sangre. Para sobrevivir, las personas con diabetes tipo 1 deben administrarse insulina, ya sea mediante inyecciones o con una bomba de insulina. Por lo general, ese tipo de diabetes ataca a los niños y a los adultos jóvenes, aunque la aparición de la enfermedad puede producirse a cualquier edad. La diabetes tipo 1 representa entre el 5% y el 10% de todos los casos diagnosticados de diabetes. Los factores de riesgo para la diabetes tipo 1 pueden ser factores autoinmunes, genéticos o ambientales. Hasta el momento, se desconoce cómo prevenir la diabetes tipo 1. En la actualidad, existen varios ensayos clínicos de métodos para la prevención de la diabetes tipo 1 en curso o en etapa de planificación.

Anteriormente, se denominaba diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID) o diabetes del adulto a la diabetes tipo 2. La diabetes tipo 2 representa entre el 90% y el 95% de todos los casos diagnosticados de diabetes.

Generalmente comienza con resistencia a la insulina, un trastorno en el cual las células no utilizan la insulina de manera adecuada. A medida que aumenta la necesidad de insulina, el páncreas pierde gradualmente su capacidad de producir insulina. La diabetes tipo 2 está asociada con la vejez, la obesidad, antecedentes familiares de diabetes, antecedentes de diabetes gestacional, trastornos en el metabolismo de la glucosa, inactividad física, y raza/ origen étnico. Los afroamericanos, los hispanos/ latinos, los indios norteamericanos, algunos estadounidenses de origen asiático y los nativos de Hawai u otros isleños del Pacífico corren un riesgo particularmente alto de contraer diabetes tipo 2 y de desarrollar sus complicaciones. Los informes clínicos y estudios regionales sugieren que, si bien es raro, la diabetes tipo 2 se está diagnosticando con mayor frecuencia a niños y adolescentes, en especial a indios americanos, afroamericanos e hispanos/ latinos estadounidenses.

La diabetes gestacional es una forma de intolerancia a la glucosa que se diagnostica a algunas mujeres durante el embarazo. La diabetes gestacional se manifiesta con mayor frecuencia en afroamericanos, hispanos/ latinos estadounidenses e indios americanos. También es más común en mujeres obesas y en mujeres con antecedentes familiares de diabetes. Durante el embarazo, la diabetes gestacional requiere de un tratamiento para normalizar los niveles de glucosa en la sangre de la madre, con el fin de evitar complicaciones en el bebé. Luego del embarazo, entre el 5% y el 10% de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional desarrollan diabetes tipo 2. Las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen una probabilidad de entre un 20% y un 50% de desarrollar diabetes en los 5-10 años siguientes. El 70% de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional desarrollarán diabetes tipo 2 en algún momento de su vida.

Existen otros tipos de diabetes que se producen debido a trastornos genéticos específicos (como diabetes de adulto en la juventud), cirugías, medicamentos, desnutrición, infecciones y otras enfermedades. Esos tipos de diabetes representan entre el 1% y el 5% del total de los casos diagnosticados.

La pre-diabetes es una enfermedad que aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y derrame cerebral. Las personas con pre-diabetes tienen niveles de glucosa en la sangre más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para clasificarlos como diabetes.

  • Las personas con pre-diabetes presentan alteración de la glucosa en ayunas (IFG, Impaired Fasting Glucose) y tolerancia anormal a la glucosa (IGT, Impaired Glucose Tolerance). Algunas personas padecen tanto IFG como IGT.
  • La alteración de la glucosa en ayunas (IFG) es una afección en la que el nivel de azúcar en la sangre en ayunas es de 100 a 125 miligramos por decilitro (mg/dL) luego de una noche de ayuno. El nivel es más alto de lo normal, pero no lo suficientemente alto para clasificarse como diabetes.
  • La tolerancia anormal a la glucosa (IGT) es una afección en la que el nivel de azúcar en la sangre es de 140 a 190 mg/dl luego de realizar una prueba oral de tolerancia a la glucosa de 2 horas. El nivel es más alto de lo normal, pero no lo suficientemente alto para clasificarse como diabetes.
  • Las estimaciones mas recientes de los años 1999 a 2002 indican que, entre los adultos estadounidenses de veinte años o mas, un 26% tenían alteración de la glucosa en ayunas (IFG, Impaired Fasting Glucose) la cual es similar a la prevalencia en los años 1988-1994 (25%). Al aplicar este porcentaje a toda la población estadounidense, 54 millones de adultos americanos tenían alteración de la glucosa en ayunas (IFG, Impaired Fasting Glucose) en el año 2002. Debido a que la tolerancia anormal a la glucosa (IGT, Impaired Glucosa Tolerante) no era medida durante los años 1992-2002, estos datos sugieren que por lo menos 54 millones de adultos americanos tenían pre-diabetes en el año 2002.
  • 2 millones de adolescentes entre las edades de 12 a 19 años (1 de cada 6 adolescentes que tienen sobrepeso entre las edades de 12 a 19 años) tienen pre-diabetes.

¿Quiénes corren mayor riesgo de contraer diabetes tipo 1?

  • Los hermanos de personas con diabetes tipo 1
  • Los hijos de personas con diabetes tipo 1

¿Quiénes corren mayor riesgo de contraer diabetes tipo 2?

  • Las personas con tolerancia anormal a la glucosa (IGT) y/o alteración de la glucosa en ayunas (IFG).
  • Las personas mayores de 45 años
  • Las personas con antecedentes de diabetes en su familia
  • Las personas con sobrepeso
  • Las personas que no hacen ejercicio regularmente
  • Las personas con niveles bajos de colesterol HDL, con triglicéridos altos o con presión arterial alta
  • Ciertos grupos étnicos o raciales (por ejemplo, los negros no hispanos, los estadounidenses hispanos/ latinos, los estadounidenses asiáticos y los isleños del Pacífico, los indios norteamericanos y los nativos de Alaska)
  • Las mujeres que han padecido diabetes gestacional o que han tenido un bebé de más de 4 kilos de peso al nacer.

Señales de alerta de la diabetes

  • Diabetes tipo 1
    • Ganas de orinar frecuentes
    • Sed inusual
    • Hambre excesiva
    • Pérdida de peso inusual
    • Fatiga extrema
    • Irritabilidad

  • Diabetes tipo 2*
    • Cualquiera de los síntomas de la diabetes tipo 1
    • Infecciones frecuentes
    • Visión borrosa
    • Heridas/moretones que tardan en curarse
    • Cosquilleo/ adormecimiento en las manos o los pies
    • Infecciones recurrentes en la piel, las encías o la vejiga

* A menudo, las personas con diabetes tipo 2 no tienen síntomas.

Tratamiento de la diabetes

  • Para sobrevivir, las personas con diabetes tipo 1 deben administrarse insulina, ya sea mediante inyecciones o con una bomba de insulina.
  • Muchas personas con diabetes tipo 2 pueden controlar su nivel de glucosa en la sangre siguiendo un plan de alimentación saludable y un programa de ejercicios, bajando de peso y tomando medicación oral.
  • Muchas personas con diabetes también necesitan tomar medicación para controlar el colesterol y la presión arterial.
  • La educación sobre el autocontrol de la diabetes es un componente integral de la asistencia médica.

Entre los adultos con diabetes diagnosticada, el 16% se aplica insulina únicamente, el 12% se aplica insulina y toma medicamentos por vía oral, el 57% toma medicamentos únicamente y el 15% no toma medicamentos por vía oral ni se administra insulina.


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DEPRESION PUEDE DESENCADENAR LA DIABETES


La depresión puede ser un factor desencadenante de la diabetes tipo 2, según un estudio divulgado hoy por la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

En la mayoría de los casos ese tipo de diabetes, que es el más común, es causado por la obesidad y la vida sedentaria, pero otro factor desencadenante puede ser la depresión, señalaron investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por altos niveles de azúcar en la sangre. En el caso de la diabetes tipo 2, el cuerpo desarrolla resistencia a la insulina o no produce esa hormona en un nivel suficiente.

En un estudio realizado a unas cinco mil personas de entre 45 y 84 años, los científicos descubrieron que quienes tenían síntomas de depresión afrontaban un riesgo 42% superior al de quienes no tenían problemas de ánimo.

También determinaron que cuanto más profunda era la depresión mayores eran los riesgos de diabetes tipo 2.

Además, aun luego de tomar en cuenta otros factores, incluyendo la falta de actividad física y el consumo de cigarrillo, los científicos descubrieron que el peligro de desarrollar diabetes era 34% superior en pacientes con depresión.

El estudio confirmó las conclusiones de otra investigación médica que el año pasado determinó que las personas mayores de 65 años con síntomas de depresión tenían mayores posibilidades de desarrollar la diabetes.

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por altos niveles de azúcar en la sangre. En el caso de la diabetes tipo 2, el cuerpo desarrolla resistencia a la insulina o no produce esa hormona en un nivel suficiente.